El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




viernes, 10 de junio de 2011

Yo confieso (II)

            He perdido la cuenta de cuándo fue la primera vez que me senté a meditar, pero lo que no he perdido es la sensación de cambios en mi carácter a lo largo de esta vida de meditación.

            Han sido muchos los cambios, y todavía muchos que quedan por cambiar, (parece que no se acaba nunca de construir el carácter). Pero para que esos cambios se produjeran ha sido imprescindible “darme cuenta” de “las fallas en mi carácter”.

            El primero del que soy consciente, fue la “falta de voluntad”. A pesar de que me encontraba muy bien meditando, me costaba sentarme, o al menos, me costaba sentarme a ciertas horas, como podían ser las horas del amanecer. Tuve que trabajar duro para poder dominar a esa especie de animalito que todos, o yo al menos, llevaba dentro y que me decía quedito: “¿Dónde vas a estas horas con lo bien que se está en la cama, y con lo poco que has dormido?”. Como entonces todavía me identificaba al ciento por ciento con mi cuerpo, cuando vencí al animalito, lo sentí como un triunfo personal y me sentí muy “orgulloso” de mí mismo.

            El segundo fallo que tenía, era “esperar algo”. Cuando escuchaba hablar a los maestros que guiaban mis meditaciones del “despertar de la Kundalini”, de “la serenidad de la mente”, de los “siddhis o poderes psíquicos”, de la “sanación a través de la meditación”, etc., yo, quería conseguirlos todos en una hora, mejor que en un día, o en un  mes, o en un año. ¡Pobre infeliz!, entonces todavía no sabía, y no terminaba de hacer todo el caso que debía a mis maestros, que meditar esperando un objetivo, es la mejor manera de no conseguir ese objetivo, y casi añadiría más, no es meditación. Sólo empezaron a suceder “cosas”, cuando me senté a meditar por puro placer. Pero entonces, lo importante para mí, no era lo que sucedía, sino la propia meditación. Y volví a sentirme “orgulloso” de mi mismo.

            Recuerdo ahora, que uno de mis maestros me dijo un día: “Tendrías que trabajar tu orgullo”, y recuerdo mi respuesta como si fuera hoy: “Yo soy así, es mi carácter”.  Claro que era mi carácter, pero un carácter a medio construir. Cuando fui consciente y empecé a trabajar el orgullo, un ochenta por ciento desapareció de inmediato. Después de eso, ya no me sentí orgulloso. Todo empezaba a estar bien.

            He seguido y sigo “dándome cuenta” de cada acontecimiento que sucede en mi vida, y las preguntas que me hago en cada suceso son: ¿Esto tiene amor?, ¿Está hecho con amor?, ¿Esto lo quiero para mí?, ¿Me gustaría que eso que he dicho me lo dijeran a mí? Por supuesto que las respuestas a esas preguntas no siempre son las acertadas, aun sigo errando, por eso sigo meditando, por eso sigo trabajando mi carácter.

            Yo sé que no soy perfecto, como ninguno de los que estamos en un cuerpo en la Tierra. El día que llegue esa perfección, en esta vida o posteriores, se habrá acabado nuestro ciclo de nacimientos y muertes, ese día nos iremos a otro lugar, ya sin cuerpo, para seguir trabajando otras facetas que ahora no alcanzo a entender.

            Y tampoco quiero entenderlo, sólo sigo meditando, sólo quiero ser cada día una mejor persona, y espero conseguirlo algún día, en alguna vida.

            Si te has visto retratado por tu falta de voluntad, por tu querer conseguir poderes meditando, por tu orgullo, por tu intransigencia, etc., etc., sólo puedo decirte que no te desanimes, que puedes conseguir eliminar todos esos defectillos. ¡Sigue meditando!

1 comentario:

  1. Normalmente sufrimos porque rechazamos una parte de la dualidad,aceptamos la parte luminosa pero no la sombra,y esto nos mantiene en un estado de lucha,ansiedad e insatisfaccion.Para poder vivir desde nuestra esencia,tenemos que integrar las dos partes de la dualidad, la luz y la sombray poder estar en el estado de no dualidad.La meta del trabajo sobre uno mismo es liberarse de:"mejorarse asi mismo"para que todas las energias nos lleven solo a SER,asentirnos comodos con nosotros mismos desde el corazon. Con amor un saludo.

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