El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




miércoles, 12 de enero de 2011

Visión humana versus visión divina

Imagínate lo que vería un miope sin gafas…….., poco ¿verdad?, imagínate, ahora, la sensación de claridad y de iluminación que tiene en el momento de ponerse sus gafas……. ¡increíble! Bien, acuérdate de esto que nos vale para llevar la comparación al ser humano.
Podríamos decir que el ser humano tiene dos visiones, (hablamos de la visión de la vida, no de la visión del ojo), una visión humana y otra visión divina; aunque casi nadie es consciente de que es miope, (visión humana), y que puede ver más allá, (visiónn divina), solamente colocándose las gafas adecuadas.
La visión humana es la que las personas están acostumbradas a tener, tanto  hacia su interior como hacia su exterior: Hacia dentro la persona se ve, básicamente, como un ser con deseos: quiero que me mantengan el puesto de trabajo, quiero tener una casa en la playa con piscina, quiero que mis hijos tengan una vida feliz, quiero que mi pareja viva pendiente de mí, quiero tener hijos, quiero que siempre tengamos salud, quiero que nunca nos falte el dinero, quiero ser el/la mejor, quiero que me escuchen, quiero que me quieran, quiero que nunca faltan mis padres, quiero…….. quiero…….. quiero…….., un sinfín de deseos que llenarían una lista casi interminable.
Pero si la persona sigue mirando hacia dentro, también se ve con miedos, con ansiedad, con estrés, con incertidumbre, con dudas; aunque todo esto, sólo es una consecuencia del deseo. Un solo deseo puede generar todo lo demás, por ejemplo: El deseo “Quiero que me mantengan el puesto de trabajo”, genera: miedo a perder el trabajo, miedo a no poder llegar a final de mes, miedo a que dirá la gente, miedo a no encontrar otro trabajo, miedo a un millón de cosas más; pero no acaba todo con el miedo, el miedo le genera ansiedad: ¿Qué pasará si me echan del trabajo?, ¿cómo pagaremos la hipoteca?, todo esto pone a la persona los nervios a flor de piel, y el estrés no la deja vivir, y duda de si seguir con este colegio o cambiar a los niños, duda de las reacciones de su jefe y piensa: “me va a echar seguro”, y ¿buscaré trabajo o esperaré en el paro?………… ¡Que locura!, sólo de pensarlo da estrés. ¿Cómo podrán vivir así?
Y si la persona mira hacia afuera, aun es peor, aunque sean cosas menos importantes, pero con la diferencia de que del exterior sí es consciente, porque es materia. Afuera ve el exterior de las personas, y  las compara, y las juzga, y critica lo que ve. Afuera se ve sus arrugas, ve sus kilos, si pudiera cambiarse por……. lo haría, etc., etc.
Esta es la vida de muchísima gente, quizás también la tuya. Un solo deseo, que no es más que un pensamiento, genera una reacción en cadena de tal magnitud y envuelve a la persona con una energía tan densa, que a veces les cuesta moverse físicamente, con el resultado ya anunciado y deseado por ellos, “le echarán del puesto de trabajo”, “no llegará a final de mes”, “enfermará”, “no encontrará otro trabajo”.
Aunque parezca una exageración, no lo es. Cambia el ejemplo del miedo a perder el trabajo, por tu “deseo” personal, y verás el tiempo que te ocupa ese único pensamiento, y analiza las consecuencias, y lo que te estás perdiendo si no tuvieras ese pensamiento.
Pero de la misma manera que el miope cuando no ve se pone las gafas,  el ser humano que está viendo esa noria que tiene por vida, puede salir de su círculo vicioso sólo colocándose las gafas de la divinidad.
Con la visión divina, hacia fuera se ven otros seres divinos, que como tú, están tratando de hacer mejor las cosas cada día, seres a los que ayudo en su evolución diaria, seres a los que amo porque son mis hermanos, seres que se alegran de los éxitos de los que están a su lado, seres atemporales, seres eternos.
Y si miras hacia dentro, sólo hay un deseo, un deseo que no genera miedo, ni ansiedad, ni estrés, ni dudas; sólo hay el deseo de ser mejor cada día, sólo hay el deseo de ayudar y de servir, sólo hay deseo de Amar.
Como no todo el mundo va a tener puestas las gafas de la divinidad, es posible que pienses que si vas así por la vida, con un lirio en la mano, te van a  abofetear en los dos carrillos, es posible, pero como decía Teresa de Calcuta, “hazlo de todos modos”.
Lee una de sus reflexiones:
Las personas son a menudo, irrazonables, ilógicas y egocéntricas...… ámalas de todos modos.
Si haces el bien, la gente te acusará de egoísmo y de motivos escondidos...…
haz el bien de todos modos.
Si tienes éxito, tendrás falsos amigos y verdaderos enemigos……
ten éxito de todos modos.
El bien que hoy haces, será olvidado mañana……
haz bien de todos modos.
La honestidad y la franqueza te hacen vulnerable……
se honesto y franco de todos modos.
Los más grandes con las más grandes ideas pueden ser abatidos por gente inferior mezquina, sin ideas…… piensa en grande de todos modos.
La gente favorece a los desvalidos, pero sigue a los poderosos……
lucha por los desvalidos de todos modos.
Lo que se toma años edificar, puede ser destruido en un momento……
edifica de todos modos.
La gente necesita ayuda, pero te ataca si les ayudas……
ayuda a la gente de todos modos.
Da al mundo lo mejor de ti y te golpeará en la boca…… da al mundo lo mejor de ti de todos modos, porque en el análisis final, te darás cuenta que el asunto es solo entre tú y Dios, ya que en todo caso, jamás fue un asunto entre tú y ellos……

¿Cómo ponerse las gafas de la visión divina?: SIENDO CONSCIENTE. Se consciente de cada pensamiento. Como ser consciente de todos los pensamientos es imposible, lleva el pensamiento donde tu quieres llevarlo y PLANTEATE UN OBJETIVO CADA DÍA, o cada semana o cada mes, según sea de difícil el reto. Y vete repitiendo ese objetivo hasta que lo conviertas en un hábito. Te propongo algunos:
Durante todo el día no voy a criticar nada ni a nadie.
Durante todo el día solo voy a hablar de cosas positivas.
Durante todo el día voy a hacer una sola cosa, sin pensar en la siguiente
Durante todo el día no voy a decir: No puedo, no sé, no tengo.
Durante todo el día voy a alabar lo bueno de los demás.
Durante todo el día no voy a levantar la voz a los niños.
Hoy voy a decir a mi pareja: “te quiero”, y mañana, y al otro, y al otro y…….
Durante todo el día no voy a quejarme ni una sola vez.
Durante todo el día voy a tener paciencia con la vecina que habla mucho.
Durante todo el día no voy a fumar.
Durante todo el día no me voy a enfadar.

1 comentario:

  1. DURANTE TODO EL DIA TE VOY A QUERER Y ENVIAR LUZ PORQUE SOLO PUEDO DARTE LO QUE ME DAS.....BA

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