El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




martes, 18 de enero de 2011

Triple salto hacia la Luz

Saber quién eres:
Es imprescindible, es importantísimo, es vital, el reconocimiento de que eres Luz, o un alma, o una Chispa Divina, lo que quieras, pero que ese reconocimiento sea total y absoluto. En un principio es suficiente con que ese reconocimiento sea racional, es normal no integrarlo en la conciencia al comienzo del camino y actuar desde ahí. Ya que vivir desde la conciencia de la Luz es algo que se dará al final del trabajo.
El reconocimiento de que eres Luz va a desligarte de tu cuerpo: “Yo no soy el cuerpo”………., pero vives en él. Empieza a reconocer a tu cuerpo como el templo del alma, como el santuario del espíritu. Eso hará que empieces a valorarlo, a respetarlo, a amarlo. Y cuando lo valores, lo respetes y lo ames, empezarás a cuidarlo con mimo, empezarás a cuidarlo con devoción, dándole al cuerpo todo lo que sea correcto para su buen funcionamiento, evitándole sustancias tóxicas y corrosivas. Todo el trabajo que has venido a hacer aquí, lo vas a hacer desde ese cuerpo, por lo que es tu obligación mantenerlo, sano, joven y fuerte, el mayor tiempo posible.
Este reconocimiento de que eres Luz, lleva implícita la sensación de libertad; la Luz, el alma, es libre, no se siente ligada a nada ni a nadie. No debe nada a nadie, no tiene que inclinar la cabeza ante nadie. ¡Eres libre!
Vivir como si ya fueras Luz:
            Vivir como si ya fueras Luz, es vivir la divinidad.  Y ¿cómo se vive la divinidad?, se vive la divinidad amando:
            Alejar pensamientos negativos: Recuerda: “somos lo que pensamos”. No puedes permitirte el mantener pensamientos negativos en tu mente. Para eso has de permanecer consciente la mayor parte del tiempo posible. En el momento que seas consciente de un pensamiento negativo contrarresta esa energía con el pensamiento positivo contrario, o con la virtud contraria, o pidiendo perdón.
            Utiliza palabras correctas: Que ninguna de las palabras que salgan de tu boca sean para herir, o lastimar, o molestar a nadie. Utiliza siempre palabras de alabanza, y destaca siempre los méritos de los demás, sus cualidades positivas, sus virtudes. Si se consigue mantener los pensamientos negativos bajo control, es mucho más fácil no herir con la palabra.
            Realizar buenas acciones: Ayuda a los demás, son Luz como tú. Ayudar no es dar un plato de lentejas o unas monedas, ayudar es sonreír, es apoyar, es abrazar, es escuchar, es besar, es no molestar, es respetar, ayudar es colaborar con el otro, siempre que el otro lo permita
Perdonar: El objetivo final, es que nada debe ser motivo de tu ofensa. Pero hasta que llegue ese momento, perdona de inmediato cada ofensa, no esperes al día siguiente, porque si tardas un día en perdonar, será un día tomando veneno por tu parte. Recupera la “meditación del perdón” que está en este blog y realízala si crees que la necesitas.
            Aceptación: Sólo una frase: “Todo está bien”.
Eliminar obstáculos:
Los obstáculos en esta carrera no hay que saltarlos, no hay que ignorarlos, hay que eliminarlos. Los obstáculos en esta carrera son los bloqueos emocionales, son los hábitos negativos, es la debilidad de carácter.
            Conocer los bloqueos: Para poder eliminar algo, es imprescindible saber que existe, por lo tanto, de la misma manera que decíamos al principio que tienes que saber quién eres, es importante saber cómo eres. Relee la entrada “Pedir ayuda”.
Amar:
 Veinte entradas en este blog están dedicadas al amor. Si tienes alguna duda de lo que es amar, elige la que quieras. Pero las veinte entradas actuales o las doscientas que haya dentro de un año, permitirme resumirlas en dos frases, una en positivo: “Trata a los demás como tú quieres ser tratad@”; y otra en negativo: “No quieras para los demás lo que no quieres para ti”

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