El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




lunes, 15 de noviembre de 2010

Vivir conscientemente

La mente siempre está trabajando. Cuando digo mente, me estoy refiriendo al cuerpo mental, una de las capas del aura del ser humano. Y esa mente que siempre está trabajando, tiene una facultad creadora, que es la imaginación; es decir la mente siempre está generando ideas o imágenes mentales. Esta es la manera de crear de la mente, no con palabras; las palabras es lo que utiliza el ser humano para explicar de una manera muy tosca como es esa imagen mental.
Estas imágenes mentales generan algo que se denomina forma de pensamiento, que es una especie de nube vibratoria que permanece en el entorno del pensador. ¿Cuánto tiempo permanece esa forma de pensamiento en el entorno del dueñ@ del pensamiento?, depende, depende de la intensidad del pensamiento y de la reiteración. Un pensamiento que se tiene una y otra vez, adquiere una gran fuerza, lo cual hace que permanezca con el creador incluso después de haber abandonado el cuerpo físico, (este es el fundamento del Karma del que ya hablaremos en otra ocasión).
Para que esta forma de pensamiento pueda expresarse ha de llegar al cerebro, lo cual quiere decir que nuestro cerebro está permanentemente bombardeado por imágenes mentales. Así que podemos afirmar, que la mente siempre está elucubrando, siempre maquinando, siempre imaginando, siempre recordando, siempre comparando, siempre juzgando, siempre criticando; la mente no descansa, siempre hay pensamientos; y como no hay palabras sin pensamiento, ni hay acción sin pensamiento, está claro: toda la vida pasa antes por la mente, lo cual nos lleva a recordar las palabras del Buda: “Somos exactamente lo que pensamos”.
Por lo tanto, la conclusión parece fácil: “Si consigo organizar mi pensamiento, consigo organizar mi vida”, “Para vivir de una determinada manera, sólo he de pensar de esa determinada manera”, “Para ser feliz, sólo tengo que pensarlo primero”
La conclusión sí que es fácil, lo que no parece tan fácil es llevar esa conclusión a la práctica. No parece fácil, pero sí que lo es, sólo se requiere una cosa: “Atención”. Atención para comprobar cuales son los pensamientos que estás teniendo en cada momento, para no quedarte enganchad@ a ellos; con lo cual no les vas a dar energía, no les vas a dar poder; y así desaparecerán lo mismo que han aparecido.
Es decir: HAS DE VIVIR CONSCIENTEMENTE. Has de estar pendiente en todo momento de tu mente, manejarla, controlarla, quitar el piloto automático. Para estar pendiente de la mente, sólo has de ser consciente de la vida, hacerlo todo con atención, vivir la vida con atención.
Como soy consciente de la debilidad humana, te propongo un plan: Empieza a ser consciente de tus pensamientos y de tu vida un determinado tiempo cada día, no mucho, por ejemplo media hora cada día, siempre a la misma hora, con tu actividad habitual, sin cambiar absolutamente nada. El único cambio es que vas a estar alerta. No te enfades contigo si al principio parece difícil, sólo lo parece, ¡vas a poder con tu mente!, otr@s much@s lo hemos hecho, ¿por qué tú no? Y así irás observando tus progresos. No intentes más tiempo hasta que no domines tu media hora. Qué tardas un mes, ¡perfecto!; que tardas seis meses, ¡perfecto!; que tardas un año, ¡perfecto! Todo está bien.
Realmente solo te estoy proponiendo una meditación consciente, una meditación en movimiento, una vida en meditación.
Te aseguro que merece la pena.

1 comentario:

  1. tenemos absolutamente todas las pautas, conocimientos y herramientas para vivir en armonia y felicidad... me pregunto porqué de 7.000 millones de personas, solo 1.000, quizá, lo hayan conseguido........¿? qué ocurre?

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